1-ELEGIR
El dominio de un oficio, de una profesión, o de cualquier tema, requiera quizás de una suma de factores, tales como tenacidad, talento, ilusión y pasión. Desafortunadamente, en los tiempos que corren, nos encontramos a muchas personas que si bien son consumados profesionales con una elevada capacidad para resolver incidencias, improvisar o incluso reinvantarse, no acaban de sentirse realizados con su actividad diaria.
¿Cuántos son aquellos/as que siempre sueñan con hacer aquello que siempre quisieron, pero sin saberlo, se ven realizando otra actividad profesional?
Pocos son, en realidad, aquellos/as que dedicaron su vida a aquello que les apasionaba, y que además hicieron de ello su modus vivendi.
En ocasiones además sucede, que aquello para lo que nos preparamos estudiando, o haciendo cursos, no encuentra la salida profesional que desearíamos, y es por ello que entonces, que cedemos frente a nuestro destino, hacia actividades que nos reporten una seguridad a pesar de la pasión.
En el caso del AIKIDO, nos encontramos ante una actividad que tiene todos los números para ser transformarse en una dedicación que nos reporte un enorme grado de satisfacción.
Elegir AIKIDO es una acción libre. Pero la manera en la que el AIKIDO va atrapándonos, enganchándonos, es un tema que únicamente depende de nuestro entrenamiento y de cómo este arte penetra en nosotros.
Quizás sí podamos afirmar que la elección de AIKIDO es una acción concentrada, unificada, individual y libre de cada persona.
Son muchos los Aikidokas que practican con tesón durante años y aún sienten ese cosquilleo del que ve por primera vez como cree haber realizado una técnica correctamente o haber entendido un concepto.
El AIKIDO es, entre otras muchas cosas, y en mi opinión, un Arte Marcial que se supera a sí mismo, porque crea personas que quieren superarse a sí mismas.
En muchos aspectos, casi podría afirmarse, que si bien la elección del AIKIDO es totalmente libre, tratándose por lo tanto de una acción individualizada, la permanencia de esa persona dentro del AIKIDO, (en la manera de cómo esa persona adapta y asimila el AIKIDO ) es casi una acción que podría hacer válida la expresión: "EL AIKIDO NOS ESCOGE TAMBIÉN A NOSOTROS".
2-OTROS BENEFICIOS DEL AIKIDO
Tratándose de un Arte Marcial exento de competición por definición, los beneficios del AIKIDO son múltiples y a medida que van avanzando en la experiencia personal, es curioso escuchar los valores que cada aikidoka parece encontrar dentro del AIKIDO. Uno de los beneficios más evidentes, y esta es mi opinión personal, es el hecho de que no existan "ganadores o perdedores", si no que estos sean roles extrapolados a la figura de UKE ( el que recibe una técnica ) y TORI ( el que ejecuta una técnica ), puesto que en el AIKIDO, únicamente está uno mismo, y la manera en la que gestiona sus sensaciones.Estar despojado de estar unido a una competición, un torneo, o similares, en mi opinión aporta un plus hacia la satisfacción personal, reportando beneficios muy individualizados.
Es evidente, que el aporte de flexibilidad, tenacidad y de superación de uno mismo, son valores comunes.
La práctica diaria, además, nos aporta seguridad en uno mismo, fortalece el cuerpo, nos enseña a respirar cada vez mejor, y nos aporta un elevado grado de coordinación.Además tratándose de un Arte Marcial que conlleva contacto físico, nos enseña a relacionarnos con los demás de un modo desenfadado y alegre.
Si bien es cierto ,que se necesita de una mínima práctica de entrenamiento contínuo para apreciar y notar estos aspectos , también es cierto que es necesario, superar esos primeros contactos con el AIKIDO, hasta que se controlan mínimamente los UKEMIS, ( Caídas ) y hasta que se uno se acostumbra al dolor que producen las luxaciones y controles, hasta hacer de la práctica unos instantes placenteros dentro de nuestros quehaceres diarios.
Uno de los valores que personalmente creo que aporta el AIKIDO en este mundo tan rápido es precisamente que en el desarrollo de su práctica, el tiempo se detiene.
No existen prisas, ni exigencias, ni stress.
Cuando observamos a nuestro maestro realizar las técnicas y escuchamos sus comentarios, prestando atención a sus movimientos, y tratando de asimilar sus palabras, no parece importar quienes somos en realidad. En esos instantes, sin querer sonar demasiado grandilocuente, da la sensación de que estamos frente a instantes en los que estamos completamente coordinados con nosotros mismos y en esencia, nos sentimos despojados de si somos padres, empleados, jefes, o de cualquier otra preocupación.
Somos nosotros mismos, en esencia.
Creo que mi maestro, se refiere a esto cuando dice que "estamos desnundos".
Nuestra atención está concentrada al 100% como quizás no lo esté en otra actividad.
La capacidad de captación de la atención y su posterior interpretación por uno mismo, es una acción que personalmente creo que nos aporta beneficios difíciles de expresar con palabras.
Otro de los beneficios que nos aporta el AIKIDO, no va relacionado directamente con el dominio de sus técnicas. Quizás aqui sea más válida que nunca la expresión : "aqui lo importante no es llegar, si no el camino que haces hacia tu meta".
Con esto lo que pretendo expresar es que la satisfacción que nos aporta el AIKIDO no va relacionada directamente con la ejecución perfecta de las técnicas, si no más bien en cómo vamos avanzando y progresando en su totalidad.
Es evidente, que la realización impoluta de las técnicas, produce un cierto grado de satisfacción, pero en mi opinión es infinitamente más satisfactorio saber que estamos haciendo por progresar. Relacionado con esto,
que uno no sea capaz de verle una meta concreta, es, dentro del AIKIDO, uno de los beneficios más atractivos que existen también. Porque creo son sensaciones únicas las que se tienen entrenando y siendo entrenado, con compañeros, profesores y maestros, sin importar en absoluto el grado que posea esa persona.
Hay una meta final en uno mismo? quizás por ello tampoco exista una meta final en el AIKIDO.
Y en el camino hacia la superación, nos encontramos con la humildad. Cómo se fomenta, cómo se recrea en nosotros la humildad es uno de los aspectos que atrapa del AIKIDO.
Como dije antes, en un mundo tan rápido, tan loco, que precisamente uno encuentre una vía que le enseñe a trabajar su humildad, parece un anacronismo. Un anacronismo recibido con suma satisfacción.
Unos aman la etiqueta, ( REI ) porque les ayuda a sentir que existen valores que han perdido repercusión e importancia en el mundo moderno.Como suele decirse, "la etiqueta en sí misma es más grande/ importante que uno mismo"
Otros, aman el uso de armas, porque les aporta un trabajo de coordinación para trabajar en solitario en un primer momento, para luego quizás asimilar mejor las técnicas a mano desnuda.
Los hay , que sienten un profundo agradecimiento por "el camino" mostrado, y se sienten sumamente satisfechos y agradecidos porque este descubrimiento les ha hecho mejores personas.
En definitiva, los beneficios que nos aporta el AIKIDO, son múltiples, en mi opinión hay principios físicos comunes, pero considero que quizás existan sensaciones que son individualizadas por cada persona, por consiguiente, es posible afirmar que habrá muchos beneficios individualizados. Tantos como personas.
Aunque en cierto modo, todos son igualmente comunes, puesto nadie es tan especial como para individualizar completamente sensaciones que todos experimentamos. Todos somos iguales, el tiempo en el que nos llegue una sensación u otra, quizás sí tenga alguna variación, pero nada más.