No digo, que no sea esto algo que no se haga después con los años de práctica, tan solo que "parece", que la actitud más generalizada, es aquella que se asemeja aparentemente a la de un niño con un juguete nuevo.
Hace demasiado tiempo que dejamos de ser niños, y eso ciertamente no volverá. Pero quizás no haga tanto tiempo que realmente nos ilusionamos por algo.
Quizás sea por este motivo por el cual el AIKIDO en su primera fase,( y esta es mi opinión personal ) nos hace vibrar como los niños/as que un día fuimos.
Evidentemente, esto es algo limitado a todas aquellas personas que se han sentido atraídas por el AIKIDO, y aqui entran, desde aquellas personas que lo practicaron tiempo atrás pero tuvieron que dejarlo por motivos varios y ahora retoman, desde aquellos que han leído y tienen curiosidad, los que se han formado en otras Artes Marciales, los que no tenían ni idea del tipo de "karate" que era el AIKIDO, etc
( ciertamente, motivos, tantos como personas )
Al margen de los valores relacionados con la docencia, la experiencia previa, los años de práctica, los cursos, el estilo, la marcialidad,el reconocimiento etc, está la capacidad para transmitir conocimiento a todas las personas.
Ésto es algo que realmente es particular en cada maestro de AIKIDO.
Valga el siguiente ejemplo para dar una explicación:
Hay maestros que son de línea dura, esto es: No hablan, no corrigen, no te miran. Trabajan con sus alumnos, los sacan de ukes y si aterrizas allí, pues quizás te parezca descortés y frío. Si vuelves no les importa, si no vuelves, tampoco.
Luego hay maestros de línea media, hablan contigo, te corrigen, pero no van a hacerte más caso que ese.
Al día siguiente te tratarán exactamente igual.
Y luego hay maestro de linea abierta, hablan contigo, te corrigen, te tratan como un igual, y no tienen reparos en sacarte de uke, o darte amplias explicaciones. Cada día te irán integrando un poco más.
Esto, es tan solo una pequeña pizca de lo que existe realmente, de lo que uno puede encontrarse, ya que tratar de definir a los maestros, es algo tan aparentemente inútil como tratar de definir a las personas. Somos todos diferentes e iguales al mismo tiempo.
Sea cual sea el dojo y o el maestro con el que nos encontremos en un primer momento, si ha sabido despertar en nosotros la necesidad de aprender y de continuar aprendiendo, es mi opinión, trabajo suficiente. Luego ocurre, que como los "niños" que citaba al principio del texto, esa ilusión inicial decae, porque empieza a descubrir realmente el tipo de trabajo que se está realizando y se divisa en el horizonte, en la lejanía, la complejidad técnica, cultural y espiritual del propio AIKIDO. Es aqui cuando ya como adultos, nos sentimos atraídos intelectualmente, de un modo físico también, de una manera mucho más madura.
Es entonces cuando los famosos muros del AIKIDO empiezan a surgir delante nuestro, ( el muro simboliza un progreso, y la dificultad para alcanzar ese progreso ) y es también el momento en el que uno es puesto a prueba por uno mismo.
El genial Arte que practicamos, creado por O´Sensei, Morihei Ueshiba, tuvo sus fuentes marciales en diversas artes tales como el Dayto Ryu del maestro Takeda, inclusive el arte de la lanza ( sojutsu ) el arte del sable, e incluso el mismo Judo, entre otras.
En su evolución personal, vuenta la historia, que O´Sensei tuvo un momento de revelación metafísico que cambió su actitud transformándolo cada vez más en una persona más espiritual.
El incipiente y fiero guerrero de antaño fue cambiando a la vez que pulió su Arte, inicialmente "Ueshiba -ryu aiki-bujutsu , después AIKI BUDO, y finalmente AIKIDO.
No voy a centrarme más en la historia de O´Sensei porque es sobradamente conocida por todos.
En los diferentes periodos de evolución de O´Sensei, es evidente que tuvo diferentes alumnos. Alumnos que estuvieron con él en su fase más dura, el famoso "dojo del infierno", y alumnos en su fase más sutil y evolucionada.
Siempre se nos habla, o son reconocidos, los maestros que estuvieron directamente con O´Sensei, como claros referentes del AIKIDO, tales como Nobuyoshi Tamura, Koichi Tohei, Morihiro Saito, Gozo Shioda, Kenji Tomiki, Minoru Mochizuki, y posteriormente,Y.Yamada, M. Satome, Shoji Nishio, S.Yamaguchi, Y.Kitaura, y un largo etc.
Es evidente que son el propio legado el AIKIDO, al margen, del amplio trabajo realizado por su Kissomaru Ueshiba, hijo del fundador, incluyendo especialmente la labor de internacionalización, divulgación y
expansión del Arte del AIKIDO.
De estos maestros iniciales, surgieron Estilos de AIKIDO, tales como el Yoshinkan del maestro Shioda, o el Iwama Ryu, del maestro Saito, el estilo de AIKIDO TOMIKI, del maestro Tomiki ( curiosa fusión del Aikido y el Judo ), el KI AIKIDO del maestro Tohei, el estilo Yoseikan del maestro Mochizuki, etc
Todos estos estilos, no son si no interpretaciones personales, evoluciones, vidas enteras dedicadas al estudio de las sensaciones propias y ajenas respecto al Arte del AIKIDO, y todos estos estilos, han perdurado hasta hoy.